Memoria, tecnología y literatura: 4 Ríos- Proyecto Transmedia creado y dirigido por Elder Manuel Tobar
Resumen: La emergencia de los medios
digitales ha ejercido cambios en la concepción de la memoria histórica, esto
atraviesa las identidades latinoamericanas y particularmente en el caso
colombiano en busca de nuevos mecanismos de transmisión, puesto que la historia
oficial ha dejado en el olvido hechos acontecidos en las zonas más apartadas,
pero que han sido víctimas de diversos actores armados. 4Rios. Proyecto
Transmedia creado y dirigido por Elder Manuel Tobar es un acercamiento a la
masacre del Naya, perpetrada por los paramilitares, a través de diferentes
plataformas (cómic interactivo, flujo de memoria, cortometraje, exposición interactiva
con realidad aumentada y cómic) busca mostrar la complejidad de los sucesos,
denunciarlos y proponer una mirada desde el afecto que inspira una visión de
las víctimas en resistencia.
Palabras clave: narrativa transmedia,
memoria, literatura, tecnología.
“Cuando
despertó, la literatura todavía estaba allí”. Quizás, no la literatura que
hemos conocido, pero eso, recordando los tiempos pos Gutemberg, no es novedad”
(Achugar, 2013)
La incursión de
“lo digital” en las últimas décadas ha traído cambios vertiginosos en
diferentes esferas y en todos los niveles, desde la cotidianidad hasta los
modos de producción. Este vector cruzado junto con la hegemonía de las
industrias culturales y nuestras culturas híbridas latinoamericanas han
derivado en cambios en la concepción de la literatura de la región, ahora
congruente con un nuevo espíritu de época.
Una de esas
transformaciones está vinculada con la memoria histórica, tradicionalmente
legitimadora de los poderes tradicionales privilegiando una mirada desde
arriba.
Se erigieron
grandes edificios y monumentos, cuyo objeto era instaurar una iconografía
representativa de los considerados “ grandes próceres” y las “épicas batallas”
de independencia. Apareció una cultura archivística del museo y la biblioteca;
el primero exotizando lo local, lo popular y lo prehispánico en contraste,
venerando lo europeizado y lo culto; la biblioteca guardiana de la cultura
letrada una casta “sacerdotal” en palabras de Rama (1998) que había sido el
anillo protector de la colonización cultural, no solo en los periodos de
dominio español, sino también durante las instauración de las repúblicas;
ilustrando nuestra identidad dividida donde se produce una extrañeza por lo propio y un rechazo por el otro que habita en nosotros
mismos.
A pesar de la
necesidad de la historia oficial de fijar acontecimientos y personajes, creando
artificialmente una memoria histórica colectiva, se ve descontracturada por el
carácter mismo de la memoria que ejerce operaciones selectivas constantemente,
fluctúa entre el olvido y el recuerdo para construir una significación en el
presente.
También diversas
tensiones se trazan en la construcción de una memoria histórica, algunas se
trazan en los límites nebulosos entre la realidad y la ficción, y al menos dos
fuerzas entran en disputas: lo oficial vs. lo que está al margen. Sin
embargo, la modernidad había
privilegiado los archivos oficiales para la construcción de esa memoria
histórica, que por supuesto estaban contenidos en la escrituralidad y dejaba de
lado todo lo que estaba en los márgenes usualmente legado a través de la
oralidad. Y la historia a pesar de tener afanes cientificistas a lo largo del
siglo XIX, en su seno tiene una naturaleza narrativa perse, ¿quien cuenta la
historia?¿cuáles son sus protagonistas?¿cómo selecciona una serie de
acontecimientos en cierto orden cronológico?.
Las tensiones que con la posmodernidad
rompieron estas ilusiones cientificistas de narrar “La Verdad” y permitieron
incluir una narrativa polifónica sobre el pasado, no desde un narrador
aparentemente neutral, sino también desde las voces de la marginalidad, voces
que además son diversas, transformando ese carácter primordialmente rememorante
de la memoria impulsando una memoria de procesamiento. Siguiendo a Brea(2007) en
ese sentido:
“Una memoria que ya no se posiciona y formaliza en
singularidades únicas, irrepetibles, que ya no se dice en definitivos
monumentos, en lugares o escenarios de privilegio.
Sino que, al contrario, se dispersa y clona en todas direcciones, se
reproduce y distribuye vírica a toda
su red de lugares, difundida como onda y eco, deslocalizada en una
multiplicidad de no-lugares, hacia los que fluye (y desde los que refluye)
activamente y en tiempo real- y con
la misma lógica de lo vivo” (Brea,2007)
En ese sentido,
los medios digitales se convirtieron en el vehículo propicio para la memoria
histórica.
Aceleraron la
pérdida de la realidad amenazada ya por la concepción fragmentada de “La
Verdad”, en el entorno digital las tecnologías de retoque de imágenes o
aplicaciones que distorsionan las representaciones de la realidad (Mora,2013).
La polifonía de voces es promovida por la disolución de todos los medios en la
computadora a través de la digitalización de diferentes lenguajes (audiovisual,
sonoro, textual e imagen). La posibilidad de la interconexión en tiempo real
con lo cual permite el regreso de la oralidad que había perdido terreno con la
imposición de la cultura letrada.
Memoria histórica en el caso colombiano y la ciberliteratura
En el caso
colombiano, nuestra identidad dibuja tensiones entre la individualidad y la
colectividad, centros y periferias, lo regional y lo nacional, reflejadas en
diferentes escenarios han sido detonadores de muchos de nuestros conflictos
sociales llevados a escaladas de violencia sistemática y organizada.
Se ha denunciado
la complicidad del Estado con los grupos ilegales por acción o inacción, lo que
demuestra lazos entre el gobierno, intereses de terratenientes, el
narcotráfico, e incluso la conveniencia de las transnacionales, ocultos tras
las cruentas masacres, desapariciones, despojo y desplazamiento de la
población.
Los recientes
Acuerdos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el grupo armado FARC
detonaron una lucha por implantar una “historia oficial, sobre los
acontecimientos violentos de los últimos 40 años y que han tenido como
protagonistas las guerrillas (FARC y ELN), los grupos paramilitares (AUC), el
ejército y cuyas víctimas han sido la población civil de las zonas más
apartadas del país. Esta pugna busca acallar o minimizar hechos, que pueden
poner en riesgo las ambiciones políticas de caudillos, líderes guerrilleros o
paramilitares grupos económicos y otros que han tenido claras responsabilidades.
De ahi, que además de la violencia se ejerza cooptación ideológica por parte de
unos y de otros sobre la ciudadanía para impedir un reconocimiento de nuestra
historia.
Sin embargo, en
paralelo a ello hay una búsqueda por descubrir ¿qué pasó?¿quiénes fueron los
responsables?¿cuáles fueron los móviles?¿quiénes y cuántas fueron sus
víctimas?, pero no desde el poder, sino desde los olvidados, la Colombia
profunda que llamo Humberto de la Calle, quienes han sufrido directamente las
consecuencias del conflicto.
Lo anterior se
traduce en una búsqueda de la identidad y una necesidad de racionalizar lo que
no entendemos. Ya la novela histórica del siglo XVIII y XIX de acuerdo a Jitrik
(1995) había intentado responder a estas denominadas pulsiones en el imaginario
social. Pero, la pregunta remitirá a cuestionarnos: hoy con la incursión de la
tecnología en la literatura ¿puede jugar un papel definitivo en el
cuestionamiento de la historia oficial? en este contexto colombiano entonces,
¿cuál es el papel de la ciberliteratura?¿sus recursos favorecen estas pulsiones
del imaginario social?
Ciberliteratura entendida como todas
las redefiniciones de los planteamientos de la narrativa literaria derivada de
la influencia de los nuevos medios y que obliga a repensar el ecosistema
literario reinventando el ejercicio: incorporando nuevos contenidos,
problemáticas, formas expresivas, transformando la función del lector oscilando
entre un lector-espectador y un prosumidor[1] y la “des
hegemonización de las formas escriturales que comenzó con el advenimiento y
crecimiento del cine y de la televisión se extendido, gracias al poder de los
nuevos dispositivos interactivos” (Rodriguez, 2015).
4 Ríos-El Naya Proyecto
transmedia
4 RÍOS-El Naya ganador del Premio Crea Digital-Categoría Sorprende digital
(2013), Beca de creación, circulación y
apropiación de contenidos audiovisuales a través de las nuevas tecnologías y
redes de información- Idartes 2012 y el Primer
premio distrito cinema festival (2012).
En palabras de sus
creadores 4 RÍOS:
“narra
historias, hechos y sucesos alrededor del conflicto armado en Colombia desde un
enfoque artístico, comunicativo, social y tecnológico que busca ofrecer
diversas experiencias de inmersión y construcción junto a los usuarios y
visitantes del proyecto por medio del uso de diversas herramientas,
plataformas, medios y servicios.” (Sobre 4 Rios, http://4rios.co/blog/proyecto/)
Fig
1. Plataformas de interactividad de 4
Ríos: Proyecto Transmedia
El cómic interactivo 4 Ríos-El naya:
El cómic se inspiró en los hechos sucedidos en la Masacre de El Naya, cuando un
grupo de paramilitares incursionó en veredas entre el Cauca y el Valle del
Cauca matando a más de 100 personas (de acuerdo con la versión del Portal
periodístico Rutas del Conflicto) entre ellas indígenas, afrodescendientes y
campesinos acusados de complicidad con la guerrilla. Muchos fueron torturados y
descuartizados lo cual dificulto las tareas de medicina legal en su
identificación, las personas sobrevivientes fueron desplazadas a Jamundí y
Santander de Quilichao. Esta zona fue territorio de disputa entre paramilitares
y guerrilleros por el control de una de las rutas centrales del tráfico de
drogas. El ejército ingresó en la zona varios días después de los hechos y
medicina legal minimizó los hechos puesto que con la desaparición de los
cuerpos se contaron muchas menos víctimas de las reales.
Fig
2. Captura de pantalla del Cómic interactivo 4 Riós- El naya
El cómic refleja
lo que la voz oficial calló, desde una visión desde abajo[3] le da un
rostro a las personas que murieron en la masacre, focalizando la narración
desde una de las víctimas, a través de sus ojos el lector-espectador hace un
recorrido por los sucesos: la llegada de la AUC, la tensión de los habitantes
que son juzgados de guerrilleros por los paramilitares y de paramilitares por
los guerrilleros, las muertes, la tortura psicológica para conseguir la delación
de supuestos simpatizantes de la guerrilla y las muertes de mujeres y niños.
Hacia el desenlace hace un giro en la historia, introduce un elemento
fantástico reivindicando la resistencia de las víctimas, el personaje que ha
conducido la historia muere es tirado al río Naya, cuando los paramilitares se
disponen a navegar el río, una fuerza sobrenatural hunde las lanchas.
Además de este
contexto centrado en el conflicto armado, el protagonista nos conduce a una
reflexión sobre la mirada colonial con la que se siguen tratando los pueblos
indígenas, haciendo una analogía entre la barbarie de los paramilitares y los
colonizadores españoles. En los diálogos entre el protagonista y sus abuelos,
el protagonista dice refiriéndose a los paramilitares: “llegaron con hambre,
revolvieron la casa, lo saquearon todo dizque buscando unas armas”, más
adelante los abuelos replican sobre los colonizadores “si, yo tambien los he
visto...ya han venido antes...hombres vacíos, que no se llenan con nada,
arrancandonos a pedazos el territorio”
Estas temáticas
son materializadas mediante una hibridación de lenguajes (interactivo,
animación, sonido), “una evolución más radical del lenguaje narrativo, hacia la
realización de una literatura envolvente: indagar en formas de escritura pos
literarias (permutación, repetición y los idiomas de programación), aumentar la
característica lúdica, buscar la hiperfonía de la creación y construir el libro
como objeto virtual” Chiappe (2013).
Visualmente
recurre a imágenes fotorealistas en blanco y negro retocadas mediante filtros y
texturas, los personajes son fotografiados y luego digitalizados y selecciona
focos de atención a través zonas con color (la sangre se remarca en color rojo,
el río en azul, la selva en verde, la fogata en amarillo). La interactividad
usa volteadores de página para avanzar y retroceder en la narración,
permitiendo la manipulación de la velocidad de la lectura, también hay una
barra que visualiza el avance en la historia y también permite saltar entre las
páginas. En cuanto a la animación recurre a la técnica de animación limitada
(pocos intermedios entre una pose y otra), también utiliza un efecto de cámaras
para conducir la lectura de las imágenes y los globos de texto, hay un efecto
de escalas en la narración, vemos una viñeta y luego el plano se abre mostrando
las otras que componen la página, dando un contexto general de la situación. El
sonido ambienta los hechos brindando atmósferas a la narrativa.
El uso de las
viñetas promueve una mayor fragmentación en la narración utilizando el recurso
de la repetición, vemos la misma secuencia desde diferentes planos. También
recurre a efectos de ritmo visual, colocando páginas en blanco luego de algunas
de las muertes, generando dramatismo.
Fig
3. Captura de pantalla del documento Infografía.
Además de estos
recursos visuales también podemos ver un juego intertextual en la narración, lo
que el autor llama “metaíndice”, este permite acceder a contenidos documentales
en la medida que se avanza en la narración.
Está dividida en
12 nodos con elementos hipermediales (fotografías, videos, recortes de
periódicos, hipertextos e infografías), con una característica particular
brevedad[4]
en los textos y pertinencia de los recursos visuales:
-
Contexto geográfico: describe la
población, el clima y los cultivos.
-
La llegada de actores armados: Alude
tanto a la llegada como a la consolidación de los grupos armados.
-
Farc/Eln/Auc: define cada uno de los
grupos y los contextualiza históricamente.
-
La masacre
-
Cronología de los hechos del
Naya.Cartografía y visualización de los recorridos
de los paramilitares, la ubicación de las bases paramilitares, las bases del
ejército, las carreteras y caminos veredales y los ríos.
-
El cura /H.H: datos biográficos de los
perpetradores de la masacre.
-
Infografía: Visualización contrastada
de las versiones de los hechos.
-
La táctica paramilitar: Describe el
modus operandi y denuncia la motivación de los paramilitares en las masacres
cuyo objetivo final fue el despojo de las tierras.
-
El éxodo y los niños infantes :
Efectos del conflicto en los menores.
-
Antecedentes. Secuestro La María:
Revela las luchas por el control territorial para el tráfico de drogas por
parte de los diferentes grupos armados.
-
Violencia brutal: Denuncia el abuso a
la población civil.
-
Los que se fueron para no volver. Testimonios: Alude al desplazamiento forzado de las familias que sobrevivieron
a los hechos.
-
El largo camino de la memoria:
Historias de esperanza de sobrevivientes que se convirtieron en líderes
sociales para otras comunidades y abogan por guardar la memoria de estos hechos
fundacionales en sus identidades rotas.
-
Testimonio de la matanza el Naya.
-
Víctimas: Su definición de acuerdo a
la legislación.
La
contextualización es otra línea narrativa documental, junto con el cómic
permite una lectura en conjunto provocando el involucramiento emocional de los
lectores- espectadores gracias al juego entre la ficción y la realidad. Además
el diseño de la interfase del “metaíndice” es una estructura nodal, lo cual
permite vislumbrar la complejidad del conflicto armado colombiano multicausal,
multiestructural y ejercido por diferentes actores con motivaciones que van
fluctuando a medida que cursan los acontecimientos.
Fig
4. Captura de pantalla Flujo de memoria
Flujo de memoria: Esta es una
interfase alojada en el dominio del proyecto permite a los
lectores-espectadores registrar sus apreciaciones sobre el proyecto. Se pueden
alojar textos, dibujos o audios, que aparecen luego como un flujo de puntos de
diferentes colores a los que se puede acceder.
Aprovecha una de
las propiedades de los medios digitales: la capacidad
enciclopédica. De acuerdo con Murray (1999) traducida en la facultad del
entorno digital de almacenar información, extender la memoria humana, lo cual
aumenta exponencialmente, gracias al internet, como en este caso, que se
convierte en la gran biblioteca donde se puede estar conectados, cimentado su
poder en una estructura en forma de red que puede parecer fragmentada e
inconexa.
De esta manera
genera una comunidad alrededor del proyecto, que aunque cuenta con redes
sociales, esta interfase visualiza las impresiones de los seguidores es
efectiva en tanto mientras exista el dominio quedan registradas las opiniones,
sin jerarquías cronológicas que si imponen redes como Facebook o Twitter (las
publicaciones más recientes son las más accesibles). A su vez es una metáfora
de la fragmentación de la memoria, como cápsulas que navegan en el espacio
virtual de nuestra mente individual, pero también colectiva y que sólo cobran
significado a través de la narración. También demuestra la posibilidad de
interactuar en tiempo real con los creadores de la narrativa transmedia
provocando espacios de diálogo.
Alguna de las
apreciaciones muestra la buena aceptación del proyecto y la cercanía que
generado:
“novedades al conflicto.
Con tantos años de conflicto, la piel se
vuelve gruesa, como mecanismo de defensa para no pasar todo el día asombrándose
por las locuras de esta guerra, que pocos entienden; por que es de pocos y
pocos son los que se benefician de ella, encontrar proyectos como este
encaminan la curiosidad de muchos por varios medios, los invita a indagar y
pensar que es lo que esta pasando, ademas de esto muestra muchas posibilidades
de cómo contar un problema social. Buen proyecto!
Andres”
El cortometraje: En la actualidad solo se encuentra el trailer, que
utiliza las imágenes del cómic interactivo. Al parecer esta pieza del proyecto
no está disponible en Internet, seguramente para su distribución a través de festivales.
Exposición interactiva con realidad
aumentada: Lamentablemente
solamente tuvimos acceso al registro en video, de acuerdo con los realizadores
está “compuesta por maquetas que reflejan detalles geográficos de la zona donde
se desarrolló la masacre del Naya. Gracias a aplicaciones de Realidad
Aumentada, archivos de audio y contenido documental, los visitantes pueden ver
y vivir el conflicto armado desde nuevas perspectivas” (Expansiones y
plataformas https://4rios.co/blog/expansiones-y-plataformas/ Recuperado 31 de Mayo de 2019)
Por
la descripción la exposición se convierte en una experiencia, lo que Gumbrecht
(2005) denominó una “presentificación del mundo del pasado”, hacerlo tangible a
través del simulacro que permite la tecnología de inmersión, y particularmente
la realidad aumentada donde conviven el lector-espectador y la ficcionalización
en la pantalla del dispositivo móvil, en una conjución temporal y espacial
entre el receptor y la obra, cuestiona conmueve a las audiencias desde otra
perspectiva: la experiencial.
Comic impreso: Es la remediación del cómic interactivo, junto con una
aplicación de realidad aumentada.
Actualmente,
el proyecto sigue vigente a través de sus redes sociales, su objeto es
visibilizar la continuación de la violencia en otras zonas del país, a pesar de
que dos de sus actores (las AUC y las FARC) están desmovilizados.
Facebook:
https://www.facebook.com/cu4trorios
Conclusiones
Este es un claro
ejemplo de la utilización de lo digital para reconstruir eventos traumáticos,
olvidados por la historia oficial, transmitidos en los medios por un bombardeo
constante de noticias que anestesian a los habitantes de las ciudades, lejanos
a estas realidades. Los medios gobernados también por intereses desde el poder
invisibilizan a las víctimas, las convierten en individuos anónimos que hacen
parte de cifras vacías, le dan un exacerbado protagonismo a los victimarios,
quienes al final tienen una mayor recordación en la memoria colectiva
Entonces ¿cuál es
el papel de la cibercultura? el diálogo entre los hechos con la ficción,
diferentes aproximaciones a nuestra realidad, el acercamiento desde la
afectividad y la experiencia exaltada por el recurso del simulacro y la máscara
que nos permite ponernos en los zapatos de los subalternos desde la complejidad
por su condición latinoamericana. Extender las audiencias a partir del uso de
diferentes plataformas que tienen diferentes circuitos de circulación,
provocando la concientización de ciudadanos más capaces de reaccionar ante
hechos atroces.
Entonces, lo
digital permite la visualización, un ejercicio del poder de la mirada, sobre la
realidad, basada justamente en el uso de recursos predominantemente visuales, y
que permiten una síntesis de estas realidades mediante un estilo basado en la
brevedad , un golpe de vista nos remite hechos, personajes, perspectivas e
incluso esas cartografías sobre la realidad del conflicto.
Finalmente, cuando
Vargas Llosa desdeñaba el uso de las pantallas en la literatura, porque
banalizan la misma, es desmentido por esta clase de piezas, justamente el uso
de las pantallas potencia la literatura, permite el reconocimiento de nuestra
realidad, una realidad de una comunidad rota, en busca de remendar los huecos
dejados por años de violencia que han dejado miles de muertos, personas
desaparecidas y desplazamiento forzado.
Bibliografía
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ansiedades ante los cambios tecnológicos en la “ciudad letrada”. En: Montoya Juárez. J & Esteban. A. (ed)(2013). Imágenes de la Tecnología y la Globalización en las
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Brea, J. L. (2007)
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Gumbrecht, H. (2005) Producción de presencia: Lo que el significado no puede transmitir. Mexico
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Chiappe. D. (2013)La literatura envolvente y otros retos del escritor multimedia En:
Montoya Juárez. J & Esteban. A. (ed)(2013). Imágenes de la Tecnología y la
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Jitrik, N. (1995)
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“La tecnología imprime a la literatura una cierta
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2019)
Masacre en El Naya. En
Rutas del conflicto. El portal periodístico que sigue el rastro del conflicto
armado en Colombia desde 1982. http://rutasdelconflicto.com/interna.php?masacre=22 (Recuperado el 30 de Mayo de 2019)
Mora, L. (2013).
Sujeto a Réplica: El estatuto narrativo del sujeto palimpsesto y formas
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Montoya Juárez. J & Esteban. A. (ed)(2013). Imágenes de la Tecnología y la Globalización en las
Literaturas Hispánicas. Madrid: Iberoamericana Editorial Vervuert, S. I
Murray,
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Rama, Á. (1998)La
ciudad letrada.Montevideo: Arca.
Rodríguez, J.(2015) Sueños, Plataformas e inspiración:¿Tiene la literatura algún rol
relevante en los escenarios creativos contemporáneos?. Ponencia para el I
Encuentro de programas de creación literaria y escrituras creativas Bogotá
24-27 de marzo de 2015.
Rivas,L. (2004). La
novela intrahistórica: tres miradas femeninas de la historia venezolana. Mérida:
El otro, el mismo.
Scolari, C (2013). Narrativas transmedia : cuando todos los medios cuentan. Barcelona:
Ediciones Deusto.
Tobar, E.(2013) 4
Ríos- Proyecto transmedia.https://4rios.co (Recuperado el 29 de Mayo de 2019)
[1] Término usado por Jenkins citado por
Scolari (2013) para denominar a las nuevas audiencias de las narrativas
transmedia, quienes combinan el papel de
productores y consumidores, expandiendo los mundos ficcionales
producidos por estas franquicias de contenidos.
[2] “Narrativas Transmedia son una particular
forma narrativa que se expande a través de diferentes sistemas de significación
(verbal, icónico, audiovisual, interactivo, etc.) y medios(cine, cómic,
televisión, videojuegos, teatro, etc).” Scolari(2013). Esta permite que el
relato se expanda, apareciendo nuevos personajes o situaciones, más allá del
espacio ficcional, pero esta dispersión encuentra una coherencia en un hilo
conductor que conforma el universo narrativo que pretende abarcar. (Scolari,
2013)
[3] Una narrativa con perspectiva de novela intrahistórica, que recrea el pasado desde una perspectiva ajena la poder y a los grandes acontecimientos políticos y militares. (Rivas, 2004)
[4] Característica que ha sido explorada por este tipo de narrativa, Chiappe (2013) mencionaba como el estilo de Tierras de extracción 4.0 estaba marcado por tres peculiaridades: la brevedad, la circularidad y la fragmentación.
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