Pigmalión y el oficio del animador


El mito de Pigmalión recrea la historia, un escultor que en ausencia de esposa crea una estatuaria y se transforma en una mujer gracias al poder del amor. Describe el acto mismo de “animar” un objeto inanimado, el animador le imparte un poco de su propia vida al objeto animado, donde quedan plasmadas sus preocupaciones y anhelos (un reflejo del mismo animador).  Entonces, ¿Cual es el oficio del animador?

En primer lugar, ligamos el oficio del animador al del comunicador, ya no solamente trasmitiendo sus propias preocupaciones y anhelos, sino como un intermediario o mediador al mostrar ciertas realidades desgarradoras desde un relato intimista, como lo puede ser un testimonio. En este sentido podemos hablar de la animación documental, en cuyo caso tenemos exponentes como Sheila Sofian.




Pero, ¿que propiedades de la animación puede ser atractiva para los documentalistas?. 

En muchas ocasiones nos encontramos con crónicas televisivas de testimonios de personas contando sus experiencias de manera anónima, una iluminación oscura, o una imagen desenfocada, protege la identidad de estas personas, pero este rostro anónimo, que se transforma en una mancha parlante, despersonaliza a los mismos testigos, los convierte en sujetos sin cara, que narran una realidad ajena de la nuestra. Y es la animación la que permite asegurar el anonimato a los testigos, ilustrando esas realidades emocionales, mediante imágenes simbólicas acompañando el testimonio, con esas imágenes se impacta el inconsciente y genera una identificación emocional con los personajes del relato. Esto hace del discurso, universal a pesar de referirse al mundo intimo del testigo.

También nos encontramos con otra dificultad, esa identificación que produce un testigo que es filmado del vivo, en casos de no necesitar guardar el anonimato, la apariencia del testigo en ocasiones genera juicios de valor permeados por prejuicios de los espectadores, que evita encontrarse con ese otro ser humano que esta tras la pantalla. Por ello evitar mostrar su apariencia ayuda a evitar ese juego macabro de los prejuicios que nos lleva a juzgar la situación de acuerdo a su aspecto, agradable o desagradable, si nos produce conmiseración o indolencia.

De otro lado hay temas tabú, temas que ocasionan censura o autocensura por parte de cadenas televisivas o los mismos comunicadores, y la animación de estas imágenes poéticas ayuda a generar el discurso evitando la censura.

Así pues podemos hablar de la animación y su relación con el documental para denunciar casos de maltrato como en las películas de Sofian. O acercándonos al caso colombiano, Cuentos de viejos, producida por Hierro animación y Piaggio Dematei, una serie de relatos de ancianos que cuentan experiencias que marcaron su vida, actualmente transmitida por Señal Colombia. No es de olvidar que una realidad como la colombiana hay muchos testimonios por rescatar, muchas denunciar por hacer y este es un vehículo que puede ser idóneo a la hora de hablar de procesos de paz, de reconciliación y de verdad.

Trailer de la serie de documental animado Cuentos de Viejos , 1a temporada. / Animated documentary series, Trailer. from PIAGGIODEMATEI on Vimeo.


En segundo lugar, podemos destacar el carácter pedagógico en la animación, volviendo al mito de Pigmalión podemos rescatar la imagen del escultor que moldea su propio deseo y lo convierte en realidad. En este sentido ya no solamente, el animador nos muestra una realidad a manera de denuncia o de anécdota, en este sentido el animador puede afectar la propia realidad.

Hay varios argumentos centrados en los efectos que produce la animación sobre sujetos de apariencia sensible o moldeable, como es el caso de los niños, sobretodo en occidente donde la animación esta ligada a una audiencia infantil, claro referente, Walt Disney.

A partir de los 80´s la programación de la televisión se segmento, y la infancia se convirtió en un mercado apetecible para la industria cultural , como lo plantea Gustavo Mórtola en Dibujos animados, subjetividad y nivel inicial, la oferta de canales para los niños como Cartoon Network, Nickelodeon, Discovey Kids se disparo, y se especializo para cada publico, kinder- niños-preadolescentes.

Para algunos, los discursos más conservadores, los productos animados matan la imaginación de los niños, eliminan su curiosidad por el mundo, asume que los niños copian lo que ven, por tanto responsabilizan a los productos animados de la violencia infantil, y los convierte en víctimas pasivas contaminadas por la cultura. Por otra parte, hay discursos optimistas que consideran que los niños no absorben todos los mensajes, sino que se apropian de las imágenes para sus propios objetivos, es decir son los niños los que ese apoderan del control de la tele.

En contra o a favor de estos argumentos es innegable esa correlación entre lo que pasa en la pantalla y la sociedad, unos y otros se influencian y se transforman. Entonces no se puede desconocer el papel de los animadores como forjadores de sociedad. De manera implícita muchas de las series de los actuales canales transforman nuestras sociedades, sin embargo , hoy en reacción a estas criticas muchos de los productos infantiles se estudian a la luz de pedagogos y psicólogos, buscando que debe o no ver el publico infantil. También están los productos animados claramente educativos, que empaca un contenido escolar con un envoltorio de serie animada, alejandose de la función entretenedora.

De ello hay varios casos en el canal Señal Colombia, destaco Don quijote de la vía láctea una serie en la que Don Quijote vive aventuras en el futuro, Sancho es un robot y Rocinante no es un caballo, sino un cohete, creada por Carlo Guillot y J.M. Walter., van en búsqueda del origen de las palabras.



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Apuntes para la clase de Animación digital-Clase 3

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