Viaje al centro de la tierra de Julio Verne
La novela de Verne es protagonizada por el Profesor Lidenbrock, un tozudo maestro de mineralogía dispuesto a llegar a las entrañas de la tierra siguiendo los pasos de Saknussemm, un alquimista condenado por la Inquisición, su sobrino Axel joven precavido y timorato más incrédulo de las teorías de su tío y Hans un cazador islandés, un guía a sueldo contratado por el profesor. Quienes se adentran en un viaje al centro de la tierra, un periplo que los lleva a diferentes eras de la tierra, desafiando las teorías sobre un centro incandescente, se encuentran en el camino fósiles de animales prehistóricos, y más adelante un mar donde habitan peces con caparazones, ictiosauros y se dan fenómenos que se pueden comparar con los terrestres como huracanes, géiseres y tormentas, el mayor descubrimiento es el de un hombre de 3 metros junto a unos mastodontes.
La aventura retrata la fascinación en el siglo XIX por los descubrimientos, la intención del Profesor y de Axel de racionalizar y documentar el viaje desde una óptica científica, en contraste con Hans que se presenta como el buen salvaje, un hombre dedicado a seguirle los pasos a su contratista y salvarlo de los peligros si es preciso.
Más allá de la novela, algunos esoteristas la reivindican como una obra profética en la que el hombre descubrirá esos lugares ignotos en el centro de la tierra, lugares de los que proceden antiguas humanidades y donde se resguardaron mientras se preparaban las condiciones físicas tanto de la tierra como de los cuerpos en los que iban a encarnar.
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