El naufragio del “Río de las estrellas” de Michael Flynn
Una novela de space opera al mejor estilo de los clásicos, la peripecia se detona con el ya reconocido fallo en uno de los motores de la nave, tan típico de muchas películas del género, sin embargo, algo tan trillado da un giro inesperado cuando nos encontramos frente a la condición humana de los personajes, la muerte del capitán en circunstancias inexplicables pero que todos asumen con aparente naturalidad, pero es quien liga a unos personajes abandonados y rotos, que encuentran en la nave su refugio. Así pues, asistimos al final de los viajes de la nave, que tuvo sus glorias en el pasado trasladando ricos y estrellas decadentes, el sueño de inmigrantes al salvaje Marte y finalmente en el presente su etapa de carguero de combustibles gaseosos. Pero el final está marcado por la serie de pequeños errores que cada uno de los personajes cometen para llevar a la nave a su destino final, un primer oficial, Stepan Gorgas que asume como capitán pero que adolece del respeto de su tripulación y que evita transmitir claramente su liderazgo, el ingeniero Bhatterji comete la indiscreción de alentar los deseos de su asistente, Miko, que él cree que es un hombre, pero realmente es una chica, quien con su orgullo herido conspira contra los planes de reparación del los motores que hace el ingeniero, que por demás no son planes, parece improvisar la reparación, así Miko ayuda a Corrigan Satterwaithe y Ratline a poner en marcha un plan para elevar la vela solar, como en los viejos tiempos de las glorias del "Río de las estrellas", el plan tiene su dosis de añoranzas por el pasado y deseos de superar tanto al ingeniero como al capitán encargado, en secreto sabotean la reparación del ingeniero. Finalmente cuando no hay más remedio que abandonar la nave en una evacuación de emergencia, para lo cual tampoco están preparados, luego de morir uno de los peones, otra estar en estado de coma, los oficiales descubren que su vida es la nave y con excusas se niegan a dejarla y condenan a la muerte a los peones que envían en un carguero de salvamento, pero con pocas posibilidades de sobrevivir.
Los dramas personales tanto emocionales como amorosos hacen de la novela una historia en la que el menor de los problemas es el daño del motor, sino la propia incapacidad de los personajes de encontrarse en un objetivo común. Así mismo no deja de hacer un guiño a “Odisea en el espacio”, mostrándonos una inteligencia artificial con deseos propios que determina el final de algunos de los personajes.
Al final puedo decir que la novela se tiene muchos elementos que la convierten en una pieza exquisita de lectura incluso para los no amantes del género.
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