When God was a Woman de Merlin Stone

De acuerdo con Stone poco se sabe de la religión de la Diosa antes de la expansión de las religiones con deidades masculinas.
Sin embargo, la autora rastre en su investigación los albores de las primeras religiones que mantienen un culto a la creadora de la vida, una mujer. Destaca cómo los investigadores en su mayoría hombres redujeron el arquetipo de la Gran Diosa a un estereotipo en el que era un elemento pasivo fecundado por la semilla. Mientras, Stone encuentra pruebas de cómo los roles de la Diosa no se limitaban a estas tareas, también eran asociadas a la guerra, la sabiduría, el lenguaje. La diosa, entonces, era sabia, valiente, poderosa, justa.
Estos cultos se cree se remontan al paleolítico superior, la falta de registros escritos hace suponer que su origen está ligado al desarrollo de sociedades matrilineales donde la mujer era venerada como la Dadora de vida exclusivamente, por desconocimiento en la relación entre las relaciones sexuales y la concepción, sumado a un culto a los antepasados. La asociación de las mujeres con la temprana agricultura es una hipótesis que se ve reforzada por los santuarios de la diosa madre que se erigían alrededor de la agricultura. Y las preubas arquelogicas que se remoentan a las famosas eculturas femeninas denominadas las Venus.
Luego de algún tiempo en el remoto pasado la Diosa adquirió un hijo un hermano que se convirtió en su consorte y con quien sostuvo un matrimonio místico entre lo femenino y masculino, siempre manteniendo la superioridad de lo femenino, este pudo ser conocido como Damuzi, Tummuz, Attis, Adonis, Osiris o Baal.
Más adelante sobre el 3000 al 1000 A.C las invasiones de los pueblos indoeuropeos venidos del norte sobre el Cercano oriente que para entonces eran centros urbanos, mientras los invasores eran pueblos guerreros, pastoriles, patriarcales y conquistadores con unas fuertes castas sacerdotales que traían sus deidades masculinas y que muy seguramente veían las invasiones como cruzadas religiosas, además de una expansión territorial.
Sus deidades eran retratadas como el Dios de la montaña y de la tormenta, con concepciones duales entre la asociación de la luz con el bien y la oscuridad con el mal.
Las luchas entre los imaginarios religiosos y las deidades femeninas y masculinas quedaron plasmadas en las leyendas donde la antigua Diosa era asociada al serpiente y el dragón,la oscuridad y el mal, mientras la deidad masculina era el campeón de la luz que luchaba contra la oscuridad. Mitos como el de Marduk contra Tiamat, Yahvé contra la serpiente Leviatán y sus remanentes como San Jorge contra el dragón, demuestran la suplantación de las diosas femeninas por los dioses masculinos. Para Stone las evidencias también demuestran cómo el judeocristianismo derivó de estas concepciones indoeuropeos, muchos de los análisis comprueban los lazos entre Abraham con los indoeuropeos y también en los imaginarios religiosos judíos muy relacionados con estas concepciones.

Dentro de los mitos judeocristianos Adán y Eva definieron nuestras imágenes de lo femenino y lo masculino, y demuestran la victoria de los dioses masculinos, donde se ve subyugado el principio femenino explicado por la aparente artificialidad, ingenuidad y sexualidad exaltada que debía ser gobernada por un hombre.

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