Aproximaciones al tema de investigación
1. ENUNCIACIÓN DEL TEMA
La
carencia de piezas animadas dirigidas a la infancia de factura colombiana, me
llevaron a interesarme a partir del 2009 por el universo infantil creando
piezas animadas e interactivas cuyo tema o propósito fuera la cultura de la
niñez . En este sentido puedo destacar tres piezas: David, el súper juguete[1] (Bogotá, 2009), Bianca
(Buenos Aires, 2012) y Monstruopedia (en producción). David el superjuguete, una animación que dirigí y realice es una
adaptación libre del cuento Los
superjuguetes duran todo el verano de Brian Aldiss, a través de la
animación exploro los sentimientos de David, un niño robot quien intenta
comunicarse con su madre a través de los códigos humanos y esos umbrales del
mundo fantástico de la niñez que alcanzan el niño y Teddy. Bianca, producida por Kosmos Animación y donde trabajé en la
producción y la animación, es un filminuto que aprovecha la plasticidad de la
animación para representar la infancia como hecho idealizado. Y Monstruopedia, diseñada dentro del
espacio Lupita Feroche- Espacio Itinerante[1], es un
prototipo de libro animado e interactivo para la primera infancia, también es
una propuesta de co-creación con los niños para construir una enciclopedia de
monstruos cotidianos (2º lugar en la Convocatoria realizada por Idartes, 2019).
De
ahí se sigue un interés por la literatura infantil, en principio como fuente de
tópicos y motivos para trasvasar a otros dispositivos ficcionales y más
adelante gracias a la maestría una inquietud académica por la representación de
la infancia y su evolución en la literatura infantil colombiana, desde el afán
aleccionador de Rafael Pombo (Gato
bandido, 1893), la nostalgia por el periodo de la infancia de Oswaldo Díaz
Díaz (El país de Lilac, 1937), la
idealización de los niños en Jairo Anibal Niño (Zoro, 1977) y el realismo testimonial de Marcela Velásquez Guiral( Se resfriaron los sapos, 2016).
Ahora
bien, teniendo en cuenta que el tema de la representación de los niños en la
literatura infantil colombiana es ampliamente trabajado por reconocidos
especialistas como Beatriz Robledo (El
niño en la literatura infantil colombiana, 2007) donde caracteriza esa
evolución de la representación de los niños en la literatura colombiana en tres
grandes momentos; considero replantear el tema de investigación profundizando
en la representación de la infancia atravesada por la animalidad en el periodo
2010-2018. La presencia de los animales en la literatura infantil colombiana
tiene una larga tradición[2],
animales humanizados han ganado estima en la literatura dirigida al público
infantil entre 0 a 9 años, así autores contemporáneos como Triunfo Arciniegas (El niño gato, 2013), Francisco Montaña
(Historia de un amor verdadero entre una
rana y un cucarrón, 2013), Amalia Low (Tito
y Pepita, 2013), Melibea (Animales
urbanos, 2017), John Fitzgerald Torres (Animales en los tejados y otros cuentos, 2017) y Pilar Posada (Comadrita la rana, 2018) han retomado
este motivo actualizandolo. Hoy podemos decir que por un lado y de acuerdo con
Robledo (2007) la literatura infantil a tomado un cariz que permite encontrar
una voz infantil propia en los relatos, y por otro, gracias al posthumanismo y
el “giro animal” se ha cuestionado la definición de los animales desde la
carencia, por lo tanto, la animalidad en la literatura infantil colombiana
atraviesa diferentes tópicos alrededor de la identidad del sujeto infantil, la
relación niño-animal, las tensiones entre el salvajismo y la civilización, la
personificación como recurso estilístico en el que se permite la
ficcionalización de mundos no antropocéntricos, entre otras cuestiones.
2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
Para determinar la pertinencia de esta investigación hice un
diagnostico preliminar frente a lo cual no se ha encontrado información
cruzando los términos: literatura infantil colombiana y animalidad.
En el contexto latinoamericano encontré el artículo Vida de perros: entre literatura infantil y filosofía de la
animalidad (2017) de Paula Fleisner, el estudio parte de una reflexión sobre la
filosofía de la animalidad actual, analiza obras en las que se tematiza el amor
entre humanos y perros y ofrece una lectura específica de la obra Aventura y desventura de Caspierro del
hambre de la escritora argentina Graciela Montes, de acuerdo con la
apreciación de Fleisner en la obra se encuentran elementos para una crítica del
trato humanista de los animales domésticos y la posibilidad del amor
interespecie.
Respecto al cruce
animalidad y literatura infantil en el amplio contexto halle diferentes
aproximaciones al tema.
Por un lado, un clásico enfoque psicoanalítico de Bruno
Bettelheim en Psicoanálisis de los
cuentos de hadas (1976) en el apartado “Cuentos de hadas pertenecientes al
ciclo animal-novio”, resalta la asociación del sexo sin amor con la bestialidad
en los cuentos de hadas, distinguiendo entre los cuentos en el que es un
personaje masculino el que debe adquirir forma humana gracias al poder del amor
(La bella y la bestia), por tanto la
forma animalizada está asociada a características brutales; mientras los
personajes femeninos tienden a ser encantadores bajo esta forma animalizada (El cuervo). En el caso masculino el
autor encuentra tres elementos típicos en estas historias incluidas en lo que
llama el ciclo animal-novio: Primero, ignoramos cómo y por que el novio fue
transformado en un animal, segundo, quien realizó el hechizo fue una bruja y
tercero es el padre quien obliga a la heroína a casarse con la bestia y ella
accede por amor al padre. Luego el autor hace una lectura de los relatos Blancanieves y Rojaflor, El rey rana, Eros y Psique, El cerdo
encantado, Barbazul y La bella y la bestia.
Así mismo, Clarissa
Pinkola Estés en Mujeres que corren con
lobos (2005), propone un enfoque psicoanalítico de corte feminista, en el
capítulo “La vuelta a casa: el regreso a sí misma”, hace una lectura del cuento
Piel de Foca, la autora reivindica lo
salvaje asociado a la animalidad como la naturaleza instintiva de las mujeres,
observa en la foca la representación del alma femenina y la pérdida del camino
o la pérdida de la piel de foca que es robada, junto con la imperiosa necesidad
de recuperarla a través de las claves del relato arquetípico.
Desde otras perspectivas actuales sobre la animalidad desde
el posthumanismo podría mencionarse Children’s
Literature and the Posthuman: Animal, Environment, Cyborg (2015) de Zoe Jacques (aunque aún no he podido acceder al
texto la reseña en amazon es muy sugerente al respecto), la investigación
reposa sobre la formación de la identidad en la literatura infantil en relación
con el posthumanismo, interrogando el lugar de lo humano y no humano (animal o
mecánico) una lectura radical en relación con los límites de lo humano.
[1] Lupita Feroche- Espacio Itinerante: es una agrupación
en donde trabajo como Directora Creativa y que hemos constituido para construir
experiencias narrativas para los más pequeños. Ganadora de las Becas de
promoción de lectura 2018- Idartes.
[2] Autores como Pombo en Fabulas y Verdades (1916) ya
mencionaba: “los niños, en fin, son generalmente crueles, a veces feroces;
tienden a mofarse del desgraciado, y como los gatos, a suprimir la vida de todo
lo que se mueva, como para enseñarnos la degeneración que en el hombre
produjo el pecado original” (Pombo, 1919)
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