Naciones y nacionalismo desde 1780: Una aproximación al texto de Eric Hobsbawm
Para comprender a este historiador vale la pena mencionar que hace parte de una corriente marxista y es un británico de origen judío. Nace en Alejandría (Egipto) en 1917 y muere en Londres (Inglaterra) en 2012. Entre sus publicaciones más destacadas podemos mencionar:
- La era de la revolución: Europa 1789-1848 (1962)
- La era del capital: 1848-1875 (1975)
- La era del imperio: 1875-1914 (1987)
- Historia del siglo XX (1994)
Es uno de los historiadores que ha marcado el siglo XX, para conocer un poco más de este personaje compartimos este enlace ilustrativo: #10cosas: Eric Hobsbawm, el historiador de los procesos sociales y económicos (https://www.youtube.com/watch?v=dSOhHhBoVtI)
Ahora bien, como lo plantea Hobsbawm: “los últimos dos siglos de la historia humana del planeta tierra son incomprensibles si no entiende un poco del término <<nación>> y el vocabulario que de él se deriva”. Este concepto que designa de modo fundamental a los individuos para su identificación es reciente como lo conocemos hoy en día, fruto de coyunturas históricas concretas localizadas, además no hay forma de decirle a un observador externo como distinguir una nación de otras entidades a priori.
El tema ha cobrado importancia para muchos investigadores, sobretodo entre 1968 a 1988, y se ha publicado numerosa literatura alrededor de la pregunta: ¿Qué es una nación o la nación? intentando rastrear algún criterio satisfactorio que permita decidir cuál de las colectividades humanas debería etiquetarse como una nación.
Alrededor de este tema gira el texto de Hobsbawm Naciones y nacionalismos desde 1780, publicado en 1990.
Naciones y nacionalismos desde 1780
Preliminares: Criterios más comunes para explicar la formación de una nación
Han sido frecuentes esos intentos por definir esos criterios que explican la formación de una nación y dan cuenta de por qué determinadas colectividades se convierten en naciones y otras no. El autor rescata dos intentos por definir estas entidades:
Una de tipo objetivo en la que se toman una serie de criterios base (como lengua, etnia, la combinación de estos criterios unidos a territorios o rasgos culturales,etc), en este sentido la definición más conocida es la propuesta por Stalin: “Una nación es una comunidad estable fruto de la evolución histórica, de lengua, territorio, vida económica y composición psicológica que se manifiesta en una comunidad de cultura”. Este intento por construir una definición objetiva ha fracasado, porque solo algunas naciones que encajan en estas definiciones pueden calificarse de <<naciones>>, o los casos que se ajustan a la definición no son <<naciones>> o no lo son todavía o ni siquiera tienen aspiraciones de serlo o las <<naciones>> existentes no concuerdan con esos criterios que al final son cambiantes, borrosos y ambiguos en muchos casos útiles más para fines propagandísticos y programáticos como exigir la autonomía de una región.
Como alternativa Hobsbawm revisa una definición subjetiva entre la que destacamos: “Una nación es un plebiscito diario” (Renan) o “la nacionalidad se le puede atribuir a personas con independencia de dónde y con quien vivan mientras la reclamen”, estas definiciones intentan adaptarse a regiones donde los criterios base son diferentes. Sin embargo, al igual que la definición objetiva plantean problemas, porque no da cuenta del origen del concepto, sino que proporciona una idea posterior sobre lo que es una nación, conduciendo a reducir la complejidad a una sola dimensión: la voluntad individual o popular, para definirse como miembro de esta entidad.
Ante las dificultades de las definiciones objetivas y subjetivas, el autor se propone en este libro plantear una definición inicial como un supuesto que va ir estudiando a lo largo del texto que no toma en cuenta las definiciones anteriores, una nación es “Cualquier conjunto de personas suficientemente nutrido cuyos miembros consideren que pertenecen a una nación” , y pretende abordar esta cuestión a partir del nacionalismo que puede reconocerse anticipadamente mientras que la nación solo puede reconocerse a posteriori, y va a prestar especial atención a los cambios y transformaciones a principios del siglo XIX que dan como resultado las naciones modernas.
Y va a resaltar cinco posturas que tendrá en cuenta a lo largo del texto y que son las claves para leer el texto de Hobsbawm:
- Utiliza el término nacionalismo para “referirse básicamente a un principio que afirma que la unidad política y nacional debería ser coherente” que toma de Ernest Gellner, al que le añada el deber político de los súbditos ahora ciudadanos con la organización política (la nación), en los cuales engloba las obligaciones públicas como la guerra, entre otras, que es lo que diferencia el nacionalismo moderno de otras formas.
- No considera la nación como una entidad social primaria e invariable, por el contrario, piensa que esta idea pertenece a un periodo histórico concreto, que se refiere a los recientes estado-nación, un artefacto, invención o ingeniería social que es la que interviene en la construcción de las modernas naciones. Entendiendo que son estas son construidas por el nacionalismo que antecede a la construcción de estas naciones.
- La denominada <<cuestión nacional>> está situada en medio de tres vectores: la política, la tecnología y la transformación social. Entonces, la nación no solo existe derivada de un estado territorial o del deseo de crear un estado, sino que está determinado también por un desarrollo economico y tecnologico. Un ejemplo el caso de las lenguas nacionales, que aparecen con la imprenta y la alfabetización en masa gracias a la escolarización.
- Las naciones y sus afines son fenómenos duales, es decir, son construidos desde arriba pero no pueden entenderse a menos de que también se analicen desde abajo, las personas normales y corrientes que por lo general son objeto de propaganda y que por lo tanto es difícil de rastrear los pensamientos nacionalistas propios, que no dan cuenta las ideologías impuestas y que además se combinan identidades nacionales con identificaciones de otro tipo y que además puede ser identificaciones en breves espacios de tiempo o modificarse.
- La conciencia nacional se desarrolla desigualmente entre los agrupamientos sociales y las regiones de un país, particularmente, las masas populares son las últimas en verse afectadas por la conciencia nacional. Y el autor puede mencionar una división histórica de los movimientos nacionales, en los cuales distingue tres fases:
- Fase A: Del tipo cultural, literario, folclórico y no tenía implicaciones políticas determinadas.
- Fase B: Aparecen unos militantes de la “idea nacional” y comienzan las campañas políticas a favor de estas.
- Fase C: Los programas nacionalistas obtienen el apoyo de las masas (o al menos algunas)que los nacionalistas dicen representar.
Nación como novedad: de la revolución al liberalismo
Para comenzar como planteaba anteriormente una característica de la modernidad es la nación moderna, y el autor descubre tres momentos en los que se construye este concepto haciendo una cronología de las definiciones de los términos asociados a la nación.
1725
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1884
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1925
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RAE: No utiliza los términos nación/ estado/ lengua en sentido modernos.
Nación
“Coleccion de habitantes en alguna provincia, país o reino y también en el extranjero”
Se usaba más comúnmente el término patria que se asociaba a tierra.
Patria
Significaba únicamente el lugar en el que se habia nacido. Cualquier región o provincia de algún dominio o estado.
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RAE: Aparece el término
Lengua nacional
“Lengua oficial y literaria de un país y más hablada en él, a diferencia de los dialectos”.
La nación fue definida como
Nación
“Estado o cuerpo político que reconoce un centro común supremo de gobierno y comprende un territorio y sus individuos”
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RAE: Aparece la versión definitiva de la definición
Nación
“Conjunto de personas de un mismo origen étnico y que generalmente hablan un mismo idioma y que tienen una tradición común”
Patria
Se convirtió en una nota emotiva.
“Nuestra propia nación, suma cosas materiales e inmateriales que gozan de lealtad”
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Tabla 1. Cronología de las definiciones de los términos asociados a la nación
Este rastreo histórico hace notar que el término nación existía antes de la modernidad y que tenía dos acepciones: por un lado describe grupos autónomos como los gremios que necesitaba distinguirse de otras (por ejemplo: la nación de comerciantes) y por otro representaban una unidad étnica, por lo tanto, los estados no eran homogéneos en su mayoría y no constituían una nación, en 1740, ese término no tenía una relación con el territorio y era posible ser miembro de naciones diferentes ( con estilo y costumbres diferentes) que conviven en una misma provincia.
Luego es a partir de lo que Hobsbawm denomina la Edad de las revoluciones (a partir de 1830) que se resalta un uso político y se definió la nación como:
“Conjunto de ciudadanos cuya soberanía colectiva los constituía en un estado que era su expresión política”
Entonces se empieza a vincular la idea de nación al territorio, los estados eran esencialmente territoriales y aparece la ecuación:
Nación=Estado=Pueblo
En esta idea de Estado-Nación se podían deducir la existencia de dos tipos:
Concepto de Nación
Revolucionario & Democrático
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Concepto de Nación
Nacionalista
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Naciones que se caracterizan porque la colectividad está cohesionada por un interés común frente a otros intereses particulares
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Identificación de una nación basándose en los criterios base , que permiten el reconocimiento y pertenencia a una comunidad que los distinguía de los extranjeros.
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Aquí no son relevantes los criterios base que se mencionan anteriormente. Como ejemplo tenemos a EEUU
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El concepto central era la ecuación:
Ciudadano→ Pueblo soberano = Estado
Los súbditos se convierten en ciudadanos a consecuencia de una secularización del poder estatal, donde ya no se divinizaba al soberano y tenía que tener en cuenta la opinión de estos ciudadanos.
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Tabla 2. Distinción entre los dos tipos de nación
En la práctica se plantearon paradojas dentro de las naciones existentes y las definiciones planteadas. Mientras más se afirmaba que la nación era una unidad indivisible, más problemas causaba la heterogeneidad dentro de ella, y en la práctica, el criterio etnolingüístico de nacionalidad era el más aceptado, sin embargo, había casos como el de los askenazis que hablan en yiddish (un dialecto derivado del alemán) entonces, ¿según cuáles criterios podrían ser considerados alemanes?
De lo anterior se puede inferir que durante el siglo XIX la construcción de las naciones era el contenido central a pesar de que el número de Estados-Nación era reducido. En ese sentido se pueden hacer las siguientes preguntas: ¿Cuál de las numerosas poblaciones europeas podían clasificarse como <<nacionalidades>>? y ¿Cual de los numerosos Estados existentes estaría imbuido del carácter de nación?. En ese sentido Hobsbawm va a tratar de reconstruir una “teoría burguesa liberal” coherente de la <<nación>> de una forma arqueológica.
Relación entre los conceptos de nación, la economía y la política
Esta reconstrucción pone en evidencia los preceptos de los economistas y de los políticos alrededor de la nación y su implicación en diferentes fenómenos de la modernidad ponen en relieve la importancia de dicho concepto en diferentes esferas sociales.
En primer lugar respecto a las definiciones de los economistas y la relación entre el concepto de nación en el actual sistema económico: el capitalismo. Según los teóricos del sistema mundial se ha demostrado que el capitalismo se originó como sistema mundial en Europa debido a su pluralismo político, donde las economías divididas por fronteras tienen un papel relevante.
Entre el siglo XVI-XVII, el desarrollo económico se basó en estados territoriales , cada uno tendía seguir políticas mercantiles como un conjunto unificado. Luego a partir del siglo XIX y a comienzos del siglo XX se habla de industria en términos de unidades que componían el “mundo desarrollado” por ejemplo: la industria británica.
Los economistas liberales del siglo XIX reconocieron la importancia económica de las naciones en la práctica pero no en la teoría, en su mayoría confiaban en la idea de empresas individuales que maximizaban sus ganancias y minimizaban las pérdidas en un mercado sin extensiones específicas, en su apogeo consideraron que: una teoría internacional era innecesaria, la renta nacional carecía de sentido y las estimaciones de riqueza nacional en términos monetarios eran erróneos. Adam Smith criticaba el sistema mercantil, prefería la opción en la que un individuo producía sus intereses que por ende eran los intereses del conjunto lo que lo ponía a favor del libre cambio y el libre mercado. En consecuencia definia la nación como:
Un conjunto de individuos que vivían en un territorio de un estado, pero si esas personas morían, después de 100 años era imposible hablar de <<nación>> como una entidad continua.
Sin embargo, los intereses individuales no son idénticos a los intereses nacionales, por lo tanto el interés propio no maximiza la riqueza de una nación, y aparece el término economía nacional que evidencia que es imposible negar las funciones económicas e incluso las ventajas que trae el Estado-nación, que por una parte tiene el monopolio de la moneda y las finanzas públicas y por otro regulan las actividades económicas, garantizando la seguridad de la propiedad y de los contratos, por tanto esta fragmentación es útil desde el punto de vista económico.
Ahora bien, vimos que naciones que no tenían criterios base en común se cohesionan por intereses colectivos, en ese sentido una economía protegida por la nación era algo necesario para generar esa comunidad, por eso en contraposición a las ideas de los liberales radicales, aparecen economistas que abogan por un desarrollo económico nacional en el siglo XIX.
Podemos citar el caso de Estados Unidos, el economista Alexander Hamilton que propone una serie de medidas nacionales como: La fundación de un Banco Nacional, la responsabilidad pública de las deudas del Estado, la creación de una deuda nacional, la protección de manufacturas nacionales por medio de aranceles elevados. Aquí la nación implicaba un proteccionismo de la economía y su fomento como una política de Estado. y luego los economistas alemanes retomaron esta idea denominadola economía nacional.
A partir de esas ideas liberales se produjeron cambios en el concepto de nación que caracterizaron estas entidades en el siglo XIX, entonces:
- Reformularon el concepto de nación sumandole lo que denominaron el principio del umbral en donde una nación debía tener un territorio de tamaño suficientemente grande para constituir una nación viable, de acuerdo a esto:
Nación es una población numerosa en un territorio extenso dotado de múltiples recursos, no es suficiente tener una lengua propia.
- Suponían la necesidad de unidad nacional como tesis universal, en ese sentido el principio de nacionalidad sólo era aplicable en la práctica a naciones de cierta importancia las pequeñas no eran tomadas en serio, en consecuencia, la autoderterminación para las naciones solo era adjudicable a las que se consideraban viables cultural y económicamente.
De acuerdo a esta visión la construcción de naciones era parte de un proceso de expansión de acuerdo a la teoría de evolución social que parte de la unidad social mínima la familia hasta la organización mundial, de la siguiente manera:
Familia→Tribu→Condado→Canton→Local→Redional→Nacional→Mundial
En ese sentido la nación armonizaba con la teoría y se esperaba que los movimientos nacionales fueran a favor de la unificación o la expansión, por tanto incompatible con definiciones nacionales vinculadas con los criterios base. La construcción de naciones plantea la heterogeneidad (multinacionalidad, multilingüismo y multietnicidad). Criterios aceptados en su mayoría porque se consideró la asimilación como un beneficio para las naciones pequeñas y atrasadas
- En conclusión algunas naciones y lenguas menores estaban condenadas a desaparecer. Se entendía que la nación principal protegia y fomenta las tradiciones históricas y folclóricas menores que existían dentro de ellas, como prueba de una gama de colores y paletas dentro de un marco macronacional, mientras las naciones pequeñas solo podían aceptar la asimilación o resignarse a la pérdida de lo que no pudiera aceptarse en la modernidad.
Pero estos cambios no dieron cuenta de ¿cuáles pueblos estaban destinados a ser naciones y cuáles no?, para ello Hobsbawm va a rastrear las concepciones de los ideólogos del liberalismo burgués que se aplicaban en la práctica, en ese sentido destaca tres criterios, que se sumaban a la condición del umbral:
- La asociación histórica de la nación con un estado que tiene un pasado largo y reciente. Por ejemplo: el pueblo inglés, el pueblo español o el pueblo ruso.
- La existencia de una lengua literaria y administrativa nacional y escrita, perteneciente a una elite cultural antigua. Este era el caso de los italianos y los alemanes.
- Una probada capacidad de conquista. Un pueblo imperial permite una mayor conciencia de su existencia colectiva.
En resumen puede entenderse que el desarrollo de las naciones era una condición evolutiva que parte de un grupo pequeño hacia un grupo mayor, en ese sentido había una visión de progreso donde asimilarse traia recompensas, pero hacía imposible ejercer un principio de autodeterminación para las pequeñas naciones.
En ese sentido político Hobsbawm rastrea un cambio en el siglo XIX, que divide las concepciones asociadas a los estados nación antes y después de 1880.
Antes de 1880
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Después de 1880
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Tabla 3. Naciones antes y después de 1880
La aparición de las masas votantes y la necesidad de movilizar unos sentimientos nacionalistas hacia 1880 lleva a Hobsbawm a preguntarse ¿cómo el <<patriotismo nacional>> tan alejado de la cotidianidad se convierte en una fuerza política poderosa?.
Protonacionalismo popular
Este capítulo da cuenta de unas posibles respuestas a esta pregunta,veíamos que con los cambios operados en el siglo XIX, la nación moderna difiere en tamaño, escala y naturaleza con las comunidades reales con las que se han identificado los seres humanos a los largo de la historia, por tanto para llenar estos vacíos dejados por este tipo de nación, donde no hay redes humanas reales, aparecen en respuesta las comunidades imaginadas y los estados nacionales movilizaron una serie de sentimientos de pertenencia colectiva que existían previamente y que podían funcionar potencialmente en una escala macropolítica este es el denominado protonacionalismo.
Este protonacionalismo se puede clasificar en dos tipos:
- Formas supralocales: Donde hay una identificación más allá de los espacios y los territorios reales en los que vivían. Por ejemplo: La virgen que vincula a los creyentes en Nápoles, pero también los vincula a un mundo más amplio aunque tengan prácticas locales.
- Los lazos y vocabularios de grupos selectos que vincula a estados e instituciones que pueden generalizarse y popularizarse. Por ejemplo: Los judíos en la diáspora que se identificaban como un pueblo particular y distinto del pueblo donde habitaban.
Este protonacionalismo tiene dificultades para los investigadores para dar cuenta de él, porque por un lado no es legítimo extrapolar las ideas de las personas alfabetizadas a los analfabetos, aún cuando estos mundos no fueran separables, por otro lado hay una dificultad para rastrear los sentimientos nacionales de los analfabetos que era la mayoría de la población antes del siglo XX.
Pero el autor puede destacar dos casos para estudiar estos sentimientos nacionalistas germinales, el caso alemán y el caso ruso.
En el caso alemán no hay indicios de que los campesinos estonios pensaran en términos nacionales. La palabra estonio solo se uso hasta el decenio de 1860, sólo habían designaciones que presentaban una conciencia de clase más que un sentimiento nacional, los más tarde denominados estonios se denominaban marahvas (Gente del campo) y se diferenciaban de los saks o sajón (señor o amo).
En el caso ruso, que va a ser un caso exitoso de protonacionalismo, el autor menciona a la Santa Rusia un mote popular que posiblemente expresaba las ideas populares y aparece ilustrada en epopeyas de los cosacos a mediados del siglo XVII. Esta fuerza popular no es creada desde arriba es definida por un conjunto de símbolos como: los santos, los iconos, la fe, el zar y el estado. En contraste de esta construcción desde abajo, está la propuesta por el Imperio de los Zares, para quierens la unidad política era rossiya, pero la gente del común nunca aceptaron palabras derivadas del término rossiya, la gente del común se identificaba con el término Rus que se asociaba a la Tierra santa de rusia, y ser ruso era igual a ser rusky un término intercambiable con campesino-cristiano.
Indagando en esos criterios que permiten la formación de las protonaciones Hobsbawm rescata cuatro: la lengua, la etnicidad, la religión, la pertenencia a una <<nación histórica>>
Caso de la lengua:
Parte de una hipótesis: Acaso la lengua no es la esencia de lo que distingue a un pueblo de otro, ¿las barreras que separan lingüísticamente a los pueblos se pueden considerar como naciones o solo como grupos que tienen dificultades comunicativas?
Para responder a esta pregunta propone estudiar el caso de las lenguas vernáculas, definidas como un complejo de variantes o dialectos locales que intercomunican con diversos grados de dificultad de acuerdo a la proximidad o accesibilidad.
En épocas anteriores no existía ninguna lengua nacional existían idiomas administrativos que permiten a los hablantes comunicarse entre sí o dirigirse a oyentes populares. La gente en su cotidianidad se comunicaba a través de la lengua materna que lógicamente implicaba una identificación con la lengua o el dialecto propio de una comunidad y que la distinguia de sus vecinos, ahí podemos hablar de un protonacionalismo lingüístico popular.
Posteriormente la lengua nacional era un intento de inventar un idioma estandarizado partiendo de una multiplicidad de idiomas que son los que realmente se hablan, estos últimos son degradados a dialectos. La aparición de la lengua nacional implicó elegir uno de los dialectos para convertirlo en lengua nacional, por supuesto era una decisión política, en comunidades donde no se escuchaban otras lenguas la identificación con la lengua es algo perse, mientras ,que en comunidades donde coexisten varias lenguas la identificación con alguna es algo arbitrario. En cualquier caso se convierte en un criterio central para la definición moderna de la nacionalidad.
Ahora bien generalmente se tomaba como elemento de cohesión protonacional esas lenguas administrativas usadas por una élite, en su aplicación resultaban una elección exitosa porque:
- Crea una comunidad lingüística modelo: que sería esta elite que la utiliza, y si tiene peso político se convierte en el modelo para el proyecto de nación.
- Su difusión: Como son lenguas que generalmente están escritas y se publican, dan la apariencia de eternidad, en ese sentido cobra importancia: la imprenta y los libros sagrados.
- La educación primaria: Se convierte en el mecanismo de reproducción de la lengua para hacerla nacional.
Caso de la etnicidad:
Al igual que en caso anterior parte de una hipótesis: La etnicidad relacionada con la descendencia y el origen común de la que se derivan unas características comunes de los miembros de un grupo étnico, tiene ventajas para unir los miembros del grupo y excluir los ajenos a él.
Este criterio permitiría que poblaciones que viven en grandes territorios o dispersas y que carecen de organización política común formen protonaciones. Por ejemplo el caso de los kurdos, los judíos, los somalíes o los vascos.
Sin embargo, este criterio plantea desafíos para la formación de las naciones: Tener como base el grupo étnico, plantea un determinismo biológico que en el caso de las organizaciones humanas es inviable, porque las organizaciones sociales son resultados culturales y no biológicos; en el caso de las poblaciones de los grandes Estados-Nación su composición es heterogénea y no pueden reivindicar un nacionalismo étnico, hay más una identificación con la organización política; en los casos de pueblos cuyo componente étnico tribal era relevante se resistieron a la imposición de un Estado y por último no tienen una relación histórica con lo que constituye esencial para el desarrollo de una nación moderna.
Indagando por esos nacionalismos primitivos en relación a este criterio, se puede comprobar que el criterio de etnicidad servía para separar estratos sociales de una misma comunidad que un estado de otro, aquí el criterio más habitual era la discriminación por color entre más claro era considerado superior. En el caso de las comunidades más que una identificación con la etnicidad se aplicaba una etnicidad negativa, un sentimiento nacionalista bajo la forma de racismo que era útil para definir más al <<otro>> que al grupo mismo, en el que jugaban un papel importante los estereotipos raciales que en muchos casos originan una especie de lealtad política en pueblos conquistadores.
Caso de la religión:
Como hipótesis Hobsbawn menciona: La religión es el método antiguo y probado para establecer comunión por medio de la práctica común y una hermandad entre personas que no tienen nada en común.
Aunque en principio resultan obvios los vínculos entre el nacionalismo y la religión, ha que resaltar la diferencia entre dos tipos de religiones:
Religiones Tribales
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Religiones mundiales
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Funcionan en una escala más pequeña para las naciones modernas y se resisten a ser ampliadas.
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Su carácter es universal y fueron pensadas para ocultar las diferencias étnicas, lingüísticas e incluso políticas.
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Tabla 4. Diferencia entre las religiones tribales y las religiones mundiales
Estas religiones mundiales o transnacionales fueron las prevalecientes en las naciones modernas, y su característica fundamental evitó una identificación religiosa nacional, ya que no distingue a las personas de sus vecinos, sólo de algunos ( los que que no comulgan con su credo). Sin embargo, la confluencia de un pueblo heterogéneo mediado a través de la conversión a una religión mundial facilita a las comunidades en convertirse en naciones, un ejemplo es caso de los somalíes un pueblo musulmán y los ambara uno cristiano. En esos casos la religiones del libro permiten con mayor facilidad estas conversiones.
Como el caso de la religión no es concluyente para determinar si es posible un protonacionalismo basado en este criterio, Hobsbawm plantea el caso de los iconos “santos” como un componente importante tanto para la protonacionalidad como para el nacionalismo moderno. Estos iconos van a representar los símbolos, rituales y prácticas comunes que van a dar una realidad palpable a las comunidades imaginadas, que en la era de los nacionalismos va a evolucionar en las banderas como un símbolo de las naciones modernas asociadas a rituales y cultos relevantes para los nacionalismos.
Caso de la pertenencia a una <<nación histórica>>
En la mayoría de los casos el origen del vocabulario asociado a la nación política ha evolucionado a partir de la idea de pueblo nación donde una élite privilegiada una pequeña facción de los habitantes tenían un sentimiento nacionalista que se vinculaba a las categorías de lealtad y comunidad política, que permitía vincular una conciencia política y las emociones “patrióticas” de un grupo, que a pesar de que no incluya a los plebeyos que están en los márgenes de esta comunidad, si es posible de ampliarlo abarcando a todos los habitantes de un país, por ello puede ser considerado como protonacional.
El autor hace hincapié en la diferenciación de los movimientos de defensa nacional en la era prenacional, donde se apelaba a una ideología y una religión que tenían como base un patriotismo contra los invasores extranjeros, aquí a los súbditos se les pedía obediencia y tranquilidad, pero no se les exigía lealtad y entusiasmo (emociones patrióticas vinculadas con las era moderna de las naciones).
A diferencia de los criterios anteriores, la pertenencia a un estado histórico o real en cualquier época es crucial sobre la conciencia de un pueblo y claramente produce sentimientos patrióticos y por ende un protonacionalismo.
Entonces este protonacionalismo que rastrea Hobsbawm permitió facilitar la tarea del nacionalismo porque los simbolismo y sentimientos de una comunidad protonacional podía movilizar a causas y estados modernos. Sin embargo, sólo es posible que algunas comunidades revindiquen para sí esta condición e impidan que otros formulen reivindicaciones parecidas.
Perspectiva gubernamental
El estado moderno recibió su forma sistemática en la era de la Revolución francesa, aunque fueron anticipados por los principados de los siglos XVI-XVII.
Trajo como novedades las siguientes características:
- El territorio: definido como un territorio ininterrumpido con fronteras claras que lo separan y donde se gobierna sobre la totalidad de los habitantes.
- Un gobierno de modo directo: sus agentes llegaban hasta el más humilde de sus habitantes
- Instituciones: impone los mismos sistemas administrativos, instituciones y leyes en todo su territorio.
- La participación ciudadana: debió tomar na de la opinión de los ciudadanos porque sus sistemas políticos les daban voz a través de los representantes, el estado en muchos casos necesitaba un aval para realizar sus actividades.
- Los censos: un mecanismo para recopilar datos sobre los ciudadanos periódicamente.
- La escolarización: el mecanismo de reproducción cultural de los valores nacionales.
- Un aparato policial
- Documentos de registro: Actas de nacimiento, matrimonio y defunción que ejercen control social sobre los habitantes.
- Transporte y comunicaciones: que permiten normalizar los vínculos entre la autoridad central y sus puestos avanzados y remotos.
Estas novedades planteaban desafíos desde el punto de vista técnico y administrativo para lograr extender esta forma de gobierno a todos los ciudadanos, en los que era fundamental la alfabetización como un asunto político que permitiera una misma lengua hablada y escrita para la comunicación dentro del estado, y por ultimo quizas el problema que más relevante ¿como implantar la lealtad al estado y al sistema gobernante? cuando el hombre corriente podía participar en política y los garantes tradicionales de lealtad como: la legitimidad dinástica, la ordenación histórica o el derecho histórico, entre otros estaban debilitados.
En respuesta a este interrogante se plantea el patriotismo como una nueva religión cívica que aglutina los elementos característicos del protonacionalismo (lengua, etnia,religión) con las notas emotivas, resaltando que la nación era creada por una elección política de los miembros que rompieron o subordinación con otras lealtades precedentes.
En la modernidad la nación es: un conjunto de ciudadanos cuyos derechos les daba un plus para pertenecer a un país en donde esté en algún sentido tiene un sentimiento de pertenencia por eso es fácil de considerarlo preferible a los países extranjeros. Los habitantes se convirtieron en un pueblo con cosas en común (lugares, costumbres, personajes, símbolos, regiones).
Los gobernantes aprendieron a presentar los objetivos bélicos como una supuesta transformación en beneficio de los más pobres, permitiendo unir a los elementos más dispares en contra de los de <<afuera>> usando una maquinaria comunicacional que usaba iconos y tradiciones para unificar un país y eran reproducidos a través de la escuela primaria que promovía la herencia de una nación inculcando apego.
Para finalizar Hobsbawm concluye que esta ingeniería social donde se construyeron naciones artificialmente a través de todos los mecanismos antes expuestos, tienen los mejores resultados cuando existían sentimientos nacionalistas previos y no eran solo construcciones desde arriba.
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