Lo imaginario entre las ciencias sociales y la historia de Juan Camilo Escobar
Como plantea el autor los cambios a finales del siglo XIX y principios del siglo XX como: las guerras mundiales, los movimientos sociales, políticos y artísticos, nuevas teorías científicas (Einstein) pusieron en duda las ideas de la razón y por tanto el positivismo del siglo XIX.
La noción de imaginario a partir de la modernidad había designado lo falso, empieza a entrar en escena en los estudios, haciendo parte de los criterios de realidad y verdad. Entonces, el texto de Juan Camilo Escobar propone un recorrido historiográfico del concepto imaginario en la revista Annales, que va a dar cuenta del giro que va a ir tomando el termino a lo largo del siglo XX, gracias al contacto que tienen los historiadores con las diferentes vertientes o corrientes que van definiendo el termino de acuerdo a diferentes disciplinas, finalmente propone una nueva definición que pretende englobar el nuevo significado del termino sobretodo para los historiadores.
Como decía al inicio, en la Modernidad con las ideas de la razón ilustrada el termino imaginario era un adjetivo para denominar a un objeto que pertenecía al reino de lo irreal (seres imaginarios, relatos imaginarios) y durante este periodo , mientras que la razón iba en ascenso, lo que no pertenecía la mundo de la realidad que podía ser medible en términos científicos era considerado falso. Sin embargo, gracias al arte y la literatura el termino empieza a dar un giro y se reconoce que el imaginario es una producción de los artistas, pero que además es la fuente de la que se nutren los demás fenómenos sociales, este giro planteado por Francastel y el surrealismo, ponen en duda las ideas de la razón, por lo tanto, el termino pasa de ser un adjetivo peyorativo a un sustantivo objeto de estudio.
Más adelante a fines de los años 60 va a operar otro cambio ya como objeto de estudio de los filósofos y los antropólogos, aquí se sustituye el termino en mayúscula Imaginario y se empieza a hablar de lo imaginario en minúscula, lo cual le va a dar un relativismo al termino, seguramente impulsado por los sociólogos que empezaron a buscar términos que les sirvieran para entender las representaciones colectivas de las sociedades y su origen.
El tercer giro que va a dar el termino, es que se se pasa de hablar en singular, el imaginario, para hablar en plural los imaginarios, un giro que le brinda un carácter histórico al termino, da cuenta de que es posible rastrearlos en diferentes sociedades y en diferentes épocas y que además están en disputas en una misma época y sociedad. Con este ultimo giro el termino adquiere las características actuales para los historiadores y para su uso como categoría analítica en la historia cultural.
Ahora Escobar no solo rastrea esta transformación en el termino, también nos habla de cinco vertientes que definen el termino y que diferencia de acuerdo a la disciplina:
- Imaginario como creación de artistas y escritores
En este contexto hay un doble carácter de lo imaginario, por un lado es un producto creado por el artista, por otro, es un imaginario de una sociedad concreta y precisa del que habla un artista también localizado en un espacio-tiempo particular.
2. Lo imaginario como imaginación, idea de los filósofos
Para los filósofos como Sartre o Bachelard (con diferentes graduaciones) lo imaginario es un obstáculo que impide la racionalidad y desvía la objetividad entonces para ellos es engañoso.
3. Lo imaginario como los arquetipos del inconsciente de los antropólogos y los psicoanalistas
De acuerdo a su visión los imaginarios son arquetipos propios de toda la humanidad, creados en tiempos remotos que determinan a todas las sociedades consciente o inconscientemente. Esta idea esta basada en las ideas de Jung, desde esta perspectiva se buscan esas estructuras universales y permanentes que permiten trazar unas leyes generales de los imaginario.
4. Lo imaginario y el funcionamiento de las sociedades a partir de los sociólogos
Aquí los imaginarios se piensan a partir de las representaciones colectivas, que son las que permiten acercarse a la investigación social, pero esas representaciones están cimentadas a partir de los imaginarios que son las imágenes que sirven de apoyo a las ideologías. Un ejemplo el mito político para legitimar un poder.
5. Lo imaginario en tanto imaginarios históricos
Los imaginarios a partir de esta perspectiva son los que nutre y hace actuar al hombre, pero están eso constante transformación, esos cambios pueden ser rastreados a travez de las épocas y las sociedades y están en continua disputa.
Partiendo de estas definiciones que van a dar cada una de las vertientes Escobar se permite plantear su propia definición en la que lo imaginario es “conjunto real y complejo de imágenes mentales, independientes de los criterios científicos de verdad y producidos en una sociedad a partir de herencias, creaciones y transferencias relativamente conscientes. Conjunto que funciona de diversas maneras en una época determinada y que se transforma en multiplicad de ritmos. Conjunto de imágenes mentales que se sirve de producciones estéticas, literarias, morales, pero también políticas, científicas y otras , como de diferentes formas de memoria colectiva y de practicas sociales para sobrevivir y ser transmitido.” (Escobar, 113)
Esta definición más abarcadora permite a los investigadores dar cuenta de una categoría omnipresente, que se mueve entre lo consciente y el inconsciente y penetra todos los niveles de una sociedad.
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