La liberación del preso de Gilberto Garcia González

La obra de teatro de Garcia plantea el problema de la aplicación de de la justicia y una critica al sistema carcelario de los años 30. 

Para Garcia, la justicia se ve viciada al transformarse en un mecanismo de dominación de las clases altas que se absuelven automáticamente por su posición social y económica, mientras la base de la sociedad, las clases obreras, se ven expuestas a abusos por parte de las autoridades (jueces, fiscales, guardias). La sociedad adormecida es cómplice de este sistema al juzgar por apariencias y prejuicios que no son comprobaciones de hechos delictivos reales, así pues la compasión y la solidaridad se ve ensombrecida por una sed de venganza o de castigo.

Así mismo, el sistema carcelario debe readaptar a los presidiarios, más no castigarlos, es necesario un sistema educativo dentro del penal que evite que al salir los exconvictos vuelvan a delinquir obligados por las circunstancias de marginación que los han llevado a dedicarse a esa vida. Esta educación debe encontrar la verdadera vocación de los presos basada en sus capacidades.

En consecuencia al planteamiento Garcia expone en su obra una sociedad ideal en donde todos los actores realizan un “intercambio por diferentes modos de trabajo, que originan cosas, que son necesarias para el bienestar de todos aquellos que trabajan, y de cada uno de ellos” (Garcia, 1938). La sociedad se basaría en la educación para el trabajo que lleva a una vida libre de vicios, sentada en la base de la ecuanimidad y la prudencia.

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