El mundo de Sofía de Jostein Gaarder

La cotidianidad nos encierra con barrotes invisibles en un letargo, el universo pierde su elemento sorpresa y sobrevivir se vuelve la consigna. Así nos adentramos en la piel del conejo y perdemos el elemento trascendente que nos hace humanos.

Es necesario salir y asomarnos a través de los pelos del conejo, como lo menciona Gaarder a través del personaje de Alberto, y preguntarnos:¿por qué estamos aquí?, ¿a dónde vamos después de morir?, ¿cómo fue creado el universo?, ¿somos parte de una consciencia universal o el mundo es una extensión de nuestra propia consciencia?, ¿qué fue primero: consciencia o materia?, entre otras. Todas son preguntas que nos confrontan con nosotros mismos y que han sido formuladas y respondidas por pensadores a lo largo de la historia de la humanidad.

Esta novela filosófica intenta despertarnos de nuestro letargo, minando nuestra consciencia con las respuestas que dieron los filósofos a la pregunta por nuestra existencia y la del universo. Aún cuando su valor literario como novela carece de profundidad de otros autores, llega al lector de manera clara, sencilla y sin pretensiones academicistas.

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