Los Reyes Malditos IV: La ley de los varones de Maurice Druon

El rey Luis X, El obstinado ha muerto en extrañas circunstancias y se desata una lucha por el poder entre el Conde Felipe de Potiers, el Conde de Valois y su primo el Duque de Borgoña. 

Luis X ha dejado una hija que es sospechosa de bastardía y por lo cual su madre fue condenada y su segunda esposa Clemencia de Hungría está embarazada. Felipe juega sus cartas, obligando a los cardenales a celebrar un conclave, entre tanto él ha hecho una alianza con el Cardenal Dueze (más adelante Juan XXII) y así pone de su lado al clero, luego traza una estrategia para hacerse con la regencia mientras nace el futuro Rey de Francia, hijo de Clemencia y Luis X. Roberto de Valois aprovechando la ley de los varones de la que se vale Felipe para obtener la regencia y más adelante su reinado, exige las tierras de Artois que estaban en manos de Mahaut (suegra de Felipe) y las toma por la fuerza.   

Mahaut  no quiere perder sus tierras, prevee que la solución, es que su yerno Felipe se convierta en Rey y traza una estrategia para eliminar al futuro heredero, su plan en apariencia ha tenido éxito y todos los súbitos ven morir a recién nacido, no cuenta con que el niño que realmente a matado es el hijo de la nodriza, que fue cambiado por las sospechas de el señor Boneville sobre Mahaut.

Estas intrigas para ganar el poder por parte de Felipe traen la ruina a dos mujeres: María de Cressay que se ve obligada a criar al hijo del rey y renunciar a su amor, y a Clemencia de Hungría que al perder a su hijo se entrega a los placeres de la mesa. Además sienta un precedente sobre la perdida del derecho a tenencia a la tierra y el derecho al trono que tienen las mujeres en Francia.