Apartamentos un film de Diana M. Gamboa
4Tratamiento
Horas más tarde lo despiertan los crujidos en su panza y corretea buscando comida. De nuevo el olor a guisado de cebolla lo conduce al apartamento de Inés, al llegar a la rejilla, el ratoncito se detiene, ve a Inés abriendo los candados de la alacena y su rostro de sorpresa al encontrar la bolsa de mimbre rasgada, granos de fríjol desperdigados alrededor, el queso roquefort mordido en muchas partes y algunos rastros de excremento de ratón.
Inés transforma su rostro enrojecido, a punto de estallar de ira, sin embargo, se contiene. El ratoncito al verla se asusta y sube por el ducto a toda velocidad, se resbala de nuevo por la rejilla rota del apartamento de José y cae sobre la taza de agua de panela de José, el chapuzón moja el crucigrama en el diario y los lentes del anciano.
Mientras el anciano cambia las flores al lado del portarretrato y lo acaricia cariñosamente. El ratoncito torpemente sale del pocillo y descansa sobre el plato de las tostadas. El anciano se voltea hacia la mesa y sin querer agarra al ratón como si fuera una tostada, al ver que se mueve, pregunta.
-¿Y tú qué haces aquí?
El ratoncito se lame el sabor azucarado de los bigotes aún mojados.
El anciano enternecido deja al roedor sobre la mesa, el ratoncito apenado se esconde tras el frutero. Don José saca su pañuelo y limpia el desastre.
Al atardecer el niño intenta arreglar la tele. Saca las herramientas del padre, desarma el caparazón y empieza a tocar cables, botones y demás, intentando que regrese la imagen en la tele, hasta que hace un corto y el niño queda untado de hollín negro.
Simón pasa horas y horas con las piezas de la tele intentado unirlas, se angustia por la proximidad de la hora de llegada de sus padres.
Mientras, el ratoncito roe los restos de doritos en los paquetes en el suelo.
De repente, el padre entra al apartamento, se acerca a la sala.
-¿Qué es esto?-enojado
-Pa…es que…
-¡Nada!- interrumpe- ¡Venga!-enojado
El niño se acerca temeroso, su padre le zampa una palmada en la colita.
-Paaaa- aúlla el niño de dolor.
El ratoncito lo contempla con pena desde el interior del paquete. Simón queda llorando en medio de la tele desmontada. El ratoncito sale de su escondite lentamente se acerca al niño y juguetea con los cordones de los zapatos.
Simón curioso observa al ratoncito y acaricia su suave pelaje, el ratoncito se trepa sobre el cuerpo del niño, Simón se recuesta y el ratoncito salta sobre su panza, haciendo reír al niño. Entre juegos se duermen juntos.
Continuara…
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