Apartamentos un film de Diana M. Gamboa

4Tratamiento

En camino a su lugar favorito el ratoncito se desvía atraído por el aroma de las aceitunas que proviene del tercer piso.

Simón tirado en el piso, muy cerca de la televisión lluviosa, cuadernos desperdigados sobre el piso, exámenes con malas calificaciones y los restos de una pizza. El ratoncito se apropia de una aceituna que rodaba por el suelo.

Se abre la cerradura de la puerta y el ratoncito se esconde. Son los padres de Simón.

  • ¡Simón!¡Que es este basurero!- dice su padre

El niño lo interrumpe

  • ¡Pa la tele, no funciona!- mientras hace un puchero.
  • ¡La tele! ¡No haga más! ¿Y las tareas?- le reprocha la madre.

Los padres sirven un par de tazas de té.

  • ¡A dormir!- dice su padre y apaga la tele-¡Recoge este tiradero!

Los padres se dirigen a la habitación, el niño mira los cuadernos aburrido, espera escuchar los ronquidos de sus padres y enciende de nuevo la tele, pero de nuevo falla la señal y se queda la pantalla negra. El niño desesperado mueve los cables, se encarama sobre la tele, revisa la antena, pero todo el esfuerzo es infructuoso.

El niño triste apaga la luz y se queda sollozando hasta dormirse. El ratoncito lo mira y se acerca discreto y se acuesta juntito al chiquitín y abrazando la aceituna.

Al día siguiente, la mamá de Simón camina por el apartamento con sus tacones de punta, despertando al ratoncito, ella golpea la puerta de la habitación de Simón.

  • ¡Otra vez tarde!

Golpea más fuerte, el niño se despabila y se levanta soñoliento y despeinado.

Agarra los cuadernos y los papeles y los guarda como puede en la maleta. Su madre se acerca con la agenda en una mano y el teléfono en la otra.

-¡Ma! ¡La tele se murió!- dice Simón lastimeramente.

Ella sin prestar atención le pasa el dinero de las onces al niño y lo empuja hacia la puerta.

El ratoncito escondido tras la pata del mueble del comedor contempla la escena. Se come las sobras de la pizza y curiosea la habitación de Simón , corre debajo de la cama, juguetea con las motas de polvo, camina entre la colección de monas, un balón firmado por niños y un hueso de juguete. El roedor lame el huesito con sabor a pollo y se queda dormido.

Continuara...

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