T A L L E R D E A N I M A C I Ó N ¡DESPERTANDO LAS CRIATURAS DEL OTRO LADO DEL ESPEJO!
¿CUÁL ES SU FINALIDAD?
Ahora bien, en el contexto del Centro de Atención psicosocial estos juegos se convierten en detonantes para:
Incentivar la creatividad en los niños mediante azar y la subjetividad, con los cuales se ponen en marcha habilidades probablemente inexploradas por los docentes. La subjetividad, alimentada por los estímulos cotidianos a los que los niños dan respuesta a través del animismo y el artificialismo, conceptos estudiados por los psicoanalistas. Mientras que el azar nos da la posibilidad del encuentro con situaciones desdeñadas por la razón y cercanas con la lógica de lo absurdo. Ambas asociadas al universo de criaturas del espejo descritas por Lewis Carroll en sus Alicias, de ahí el nombre del taller.
Abordar problemas y dificultades latentes en el inconsciente reelaboradas en el escenario del cine animado[1], el cual facilita un umbral “donde no impera la lógica cotidiana”, por lo tanto se constituye en un terreno fértil para la imaginación infantil permeada por sus experiencias dolorosas. El cine animado en la técnica del cut-out explota en gran medida al collage[2], “como yuxtaposición de objetos que no tienen nada que ver entre sí, de objetos heteróclitos, que se acoplan formando una especie de acertijo visual”[3]. El cut-out permite crear efectos sintéticos y económicos, personificados a través de la abstracción y caracterizados por la simplificación de los detalles superficiales como un proceso de “racionalizar” la realidad infantil.
Procurar la socialización estabilizando las relaciones con los otros, garantizando una construcción colectiva, en conjunto con la facilitadora donde se prioriza la colectivización de la creación mental.
Generar un espacio lúdico donde los participantes exploren sus aptitudes e inclinaciones vocacionales, alrededor de una práctica como la animación, puesto que esta disciplina es el compendio de otras como la narrativa, las bellas artes, el diseño, la fotografía y el teatro
[1] Es de anotar que el surrealismo vio al cine con ojos de sospecha, sin embargo, “reconocen en la técnica cinematográfica un conjunto de medios particularmente aptos para transcribir los sueños, los deseos y la actividad del inconsciente. El montaje permite un trastorno absoluto de espacio y tiempo cotidianos, mezcla la imaginación y lo real en una misma presentación sensible; los trucajes facilitan la objetivación de una imagen mental, sea cual sea su alejamiento con relación a lo real; la analogía ya no viene sugerida solamente por un texto: la sucesión de los planos le confiere una evidencia irrefutable.”(Durozoi, P211)
[2] Entre los elementos agregados al collage están signos, líneas, colores, texturas y fragmentos de cuerpos y objetos reconocibles. “Fragmentos que conservan una cierta identidad y que se componen creando escenas de sentido narrativo, a menudo absurdo o inquietante.”(Breton, P13) Aquí “la imagen encontrada, la imagen vulgar, al ser descontextualizada, dèpaysée- como lo decían los surrealistas-, exiliada de su medio adquiere infinitas sugerencias.” Para los surrealistas el collage debería producir pánico, sorpresa y terror, mediante el acercamiento de dos realidades muy alejadas entre sí, “la imagen poética… tanto más intensa cuando más arbitraria, más absurda.”(Breton, P15)
[3] Solana, Guillermo. El Surrealismo y sus imágenes. En: El surrealismo y sus imágenes. Fundación Cultural MAPFRE VIDA. Madrid P13.
Taller de animación: ¡Despertando las criaturas del otro lado del espejo! by Diana M. Gamboa is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.
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